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La planificación de un presunto ladrón quedó en papel mojado el pasado lunes poco antes de la medianoche. El hombre circulaba con una furgoneta e intentó entrar en un aparcamiento de la calle Pau Gargallo de Reus. Lo hizo confiado en que su vehículo podría acceder y maniobrar, pero en la puerta se quedó encallado.

La situación activó a la Guàrdia Urbana de Reus que envió una patrulla al lugar. La furgoneta estaba en la rampa de acceso sin poder salir. Los agentes hablaron con el conductor, que dio la versión que le habían dejado una plaza para aparcar. Luego se comprobó que su explicación era falsa, ya que el titular de la plaza no conocía al hombre.

Lo que si vieron los agentes es que tenía una mando y aunque se sabía de que alguno de los vecinos lo había perdido (o se lo habían robado) no se podía acreditar que el hombre fuera el presunto ladrón de este comando a distancia.

Lo cierto es que tras identificarlo y registrar el vehículo, se encontró una moto sin ningún papel que acreditara que fuera suya y que en el ordenador ya había una alerta de que había sido inmovilizada por esta falta de papeles.

Las sospechas de que la furgoneta serviría para robar motos del aparcamiento no se pudieron acreditar, ya que no había nada forzado, ni puertas de coches ni otras dependencias del lugar. Pero si se le denunció por tener la ITV caducada de hace casi un año.

Con todo, la Guàrdia Urbana activó la grúa para poder desencallar la furgoneta de la entrada en el parking. Una vez liberado el acceso, los agentes se llevaron la moto al depósito a la espera de que el conductor acreditara su titularidad con algún documento.